El sufrimiento emocional es el gran mal del ser humano, en muchas culturas alrededor del mundo es ampliamente reconocido como tal, mucho más que el dolor o el sufrimiento físico.
Podemos decir que el apego a determinados condicionamientos causa el sufrimiento, hay una estrecha relación y dependencia con la persona, objeto o situación que puede ser cualquier cosa que te lleva a creer que, si no estás con ellos, no es posible ser feliz, tu vida sin ellos no tiene sentido, eres incapaz de renunciar a aquello que te hace daño, éste es tu condicionamiento.
El apego a tus condicionamientos lo único que hace es generarte sufrimiento, porque ante la pérdida, como la muerte de un ser querido (siendo aquí el condicionamiento que la muerte es mala), o la terminación de una relación (siendo aquí el condicionamiento que la terminación de relaciones es negativa), nos cuesta aceptar el hecho de que eso pase, nuestros condicionamientos nos dictan que no puede ser, me lleno de ira, rabia, coraje, decaimiento, interpretamos la vida a través de estas condiciones, decimos: eso es imposible.
¿Cuáles son tus condicionamientos?
¿Cuál es tu nivel de apego a ellos?
¿Y si morir no fuera malo?
¿Y si terminar una relación no fuera negativo?
En la vida hay dos conceptos que debemos entender: impermanencia e inestabilidad. Todo lo que sea posible que pase puede pasar, la vida es impermanente, desde que nacimos nuestro propio cuerpo no ha cesado de cambiar y está destinado a morir. La vida es inestable, cualquier cosa puede cambiar en cualquier momento, la salud, el trabajo, las relaciones, la paz, el amor, la vida, etc. Tenemos que aprender de la vida y encararla, hemos tenido condicionamientos muy fuertes, y esto no es malo, existe la vida y la muerte, no es malo ni ganar ni perder, no aceptamos estar atorados en el tráfico, no aceptamos un rotundo no, si no hay flexibilidad mental, vamos a sufrir, aceptemos la vida como viene y actuar en consecuencia, no todo está bajo nuestro control, la vida es acción, la vida es constante movimiento.
El desapego a tus condicionamientos actuales e incluso la creación de nuevos condicionamientos implica vivir en el aquí y el ahora, con la atención plena, no generando pensamientos que te dañen a ti mismo a los demás, cambiar creencias y estilo de vida para dejar el sufrimiento, centrando tu atención con pensamientos constructivos, sin juicios, desprenderse, dejar fluir el rio infinito del amor, es lo que favorece el bienestar.
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Con todo mi cariño.
Ena Barrera